La bioenergía es una forma de energía renovable derivada de fuentes biológicas, como plantas, animales y microorganismos. Se obtiene a través de la conversión de materia orgánica, como residuos agrícolas, forestales y alimentos, en combustibles o electricidad.
La bioenergía desempeña un papel fundamental en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la transición hacia fuentes de energía más limpias.
Se puede utilizar para calefacción, generación de electricidad y como biocombustibles, como el etanol y el biodiesel, contribuyendo así a la sostenibilidad energética y la mitigación del cambio climático.
Los biocombustibles son combustibles producidos a partir de materiales biológicos, como plantas, cultivos agrícolas, residuos orgánicos y microorganismos. Estos se utilizan como una alternativa más sostenible a los combustibles fósiles, como el petróleo y el gas natural.
1. **Biocombustibles líquidos:** Incluyen el etanol y el biodiesel. El etanol se produce generalmente a partir de cultivos como el maíz o la caña de azúcar, mientras que el biodiesel se obtiene de aceites vegetales o grasas animales. Se pueden mezclar con la gasolina o el diésel convencional para reducir las emisiones de carbono.
2. **Biogás:** Se produce mediante la descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno. Se utiliza como fuente de energía para la generación de electricidad y calefacción.
Los biocombustibles son considerados una fuente de energía más sostenible, ya que pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir la dependencia de los combustibles fósiles. Sin embargo, su producción a gran escala plantea desafíos en términos de uso de tierra y recursos naturales, así como preocupaciones ambientales y sociales. Por lo tanto, su desarrollo se lleva a cabo considerando factores de sostenibilidad.